Hace
mucho tiempo que quería leer este libro, por fin lo compre y ha sido uno de los
que he leído este verano. Se dice que la curiosidad mato al gato, hay momentos
que a poco que te pongas en la tesitura de las personas que lo padecieron la
piel se te pone de gallina, aún así pienso que merece la pena saber lo que
realmente paso. Fue una catástrofe de una gran magnitud y me alegra que cada año se les recuerde.
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